Nacido en Nápoles en 1960, Ennio Montariello vive en Campello sul Clitunno (Pg) en la fracción de Pissignano a través del Castillo, de 33 años. En 1978 se graduó de la Escuela de Arte de Nápoles. En 1982 y 1983 se graduó de los talleres de pintura internacional en Capri Nápoles.Los temas de las artes: las reuniones internacionales, en manos de Dorfles, Joe Tilson, John Pisani, Enrico Baj, Giulio Carlo Argan, Achille Bonito Oliva, Filiberto Menna, Lea Señora, Vincitorio Francis, Mimma ruso. En 1983 obtuvo un título universitario del curso de pintura (Master Domenico Spinosa) en la Academia de Bellas Artes de Nápoles. El evento fundamental y "potente" en su vida como artista es el encuentro con la Escuela Internacional de OntoArte, en los años ochenta. El movimiento dell'OntoArte artística, cuyo fundador es el fundador y Académico Profesor Antonio Meneghetti, se caracteriza por ser un movimiento de pensamiento que indica que todas las manifestaciones artísticas que siempre motiva a la ontología de la intencionalidad-humanística, entendida como el a priori formal de esistere.Il de nuestro reconocimiento a la novedad del mensaje y la apertura de esta corriente de pensamiento que subyace y da lugar, haciendo que profundizar en el estudio y en 1989 obtuvo un diploma en el director de dibujo y pintura y se convierte en OntoArte, en 1992, de ' Asociación Internacional de OntoArte.
Pablo Solari por Adrian G Basualdo Un largo y solitario camino La mirada clara de Pablo Solari custodia el paisaje raigal del barrio porteño de Flores, donde nació en abril de 1953. Un lugar de avenidas transitadas, como aquella Juan Bautista Alberdi en la que medio siglo atrás estuviera su casa natal, o la San Pedrito en la que hoy tiene el taller que comparte con "Monchi", el gato blanco que pasea con gracia por entre colores y pinceles, pero también de calles recoletas, de adoquines adecuados para el fútbol entre amigos y la lectura compartida de los libros de aventuras de la colección Robin Hood. Una infancia con eje en la vida familiar, donde la presencia de Italia se materializaba en padres y abuelos inmigrantes recientes, originarios de la Toscana, que se resistían a dejar su lengua y sus costumbres, sus canciones y el sobrevuelo de las melodías de Puccini y de Verdi cuyos ecos aun tienen vigencia en las mañanas frescas de este invierno de 2003. L
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