Dos de mis grandes amores son el dibujo y el realismo. Lápices de colores me han permitido disfrutar de ambas cosas. Me parece el medio rico con el desafío, emocionante, y una manera emocionante de expresarme. Realismo con lápiz de color requiere fuertes habilidades de dibujo, la confianza en la resolución de problemas y un amor por el detalle. Como un medio artístico más reciente bien, no soy capaz de emular los procesos de los viejos maestros. Técnica debe ser aprendido por ensayo y error. Yo soy un ávido lector y coleccionista de libros de arte y han pasado años estudiando y mirando las imágenes que se han involucrado y me inspiró. Me siento especialmente atraído por las mujeres artistas, pasado y presente.
No tengo ningún recuerdo de una vida antes de dibujar. Mi infancia transcurrió con un lápiz en la mano y no la superficie estaba a salvo de mi marca de decisiones. Yo estaba dotado con el apoyo y el aliento de mi familia y amigos. Como artista autodidacta, me he permitido la libertad de explorar los medios de comunicación, estilos e influencias. Pasé años como aprendiz, y trabajar con la diversidad, tales como bolas de trabajo, la porcelana, muebles pintados a mano, vidrios de colores y el diseño presionado flor, costura, el grabado, la pintura y la ilustración. En 2006 volví a descubrir mi primer amor, el dibujo, y he estado obsesionado desde entonces.
Mi proceso creativo comienza con una historia que quiero contar o una emoción que quiero transmitir. Con el trabajo de retrato y la figura me siento inspirada por la luz y la línea y el carácter en la cara. El misterio que llena una persona enciende mi imaginación, y me encuentro que necesitan para capturar que en el papel. Mi naturaleza muerta de trabajo comienza con una colección de elementos simbólicos. Recojo y organizar objetos de mis composiciones basadas en lo que se suman a la historia que quiero contar.
Yo trabajo a partir de fotos de referencia y de la vida. La primera etapa, la fotografía, es laborioso. A menudo yo trabajo durante días para obtener el material de referencia que tendrá que ejecutar mi visión. La segunda etapa, el dibujo a lápiz inicial, toma más tiempo y es a menudo el más difícil. Luego viene la adición de color. Yo trabajo desde las áreas más oscuras a las más ligeras, ahorro de los blancos para el final. Esta etapa fluye rápidamente, cobrando impulso, y la emoción crece con cada área completa, hasta que casi no puedo esperar a ver la obra terminada! Inmediatamente después de terminar me siento inspirado por la siguiente historia, imaginando el próximo sorteo, la planificación de la siguiente composición;! Listo para sentir la adrenalina que
ahora trabajo a partir de un estudio en mi casa, riachuelo, en una quebrada boscosa. Dibujo rodeado por mis tres hijos. Mi trabajo ha ganado premios a nivel local y nacional, se encuentra en colecciones públicas y privadas numerosas, y se ha publicado.
Mis intenciones son profesionales que se dedican a un artista, para presentar una visual a ir con el relato en mi cabeza, y exponer a al espectador a lápiz de color e inculcar un respeto y aprecio por ella como un medio de arte verdadero.
Pablo Solari por Adrian G Basualdo Un largo y solitario camino La mirada clara de Pablo Solari custodia el paisaje raigal del barrio porteño de Flores, donde nació en abril de 1953. Un lugar de avenidas transitadas, como aquella Juan Bautista Alberdi en la que medio siglo atrás estuviera su casa natal, o la San Pedrito en la que hoy tiene el taller que comparte con "Monchi", el gato blanco que pasea con gracia por entre colores y pinceles, pero también de calles recoletas, de adoquines adecuados para el fútbol entre amigos y la lectura compartida de los libros de aventuras de la colección Robin Hood. Una infancia con eje en la vida familiar, donde la presencia de Italia se materializaba en padres y abuelos inmigrantes recientes, originarios de la Toscana, que se resistían a dejar su lengua y sus costumbres, sus canciones y el sobrevuelo de las melodías de Puccini y de Verdi cuyos ecos aun tienen vigencia en las mañanas frescas de este invierno de 2003. L
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